Los usos de estos recursos facilitan la interacción del niño con su entorno con objeto de fortalecer su proceso educativo. Al introducir estas nuevas tecnologías no invasivas dentro del aula se ayuda al estudiante a extraer lo mejor de sí conforme a su momento de desarrollo y a los objetivos curriculares. Los sistemas que utilizan estos recursos son concebidos desde un enfoque primordialmente centrado en el proceso educativo del estudiante, en sus necesidades entendidas en sentido global y en las posibilidades del contexto de aprendizaje. Si no hay interacción, no hay aprendizaje. Algunos de estos recursos inclusivos tecnológicos son sensores inteligentes (Ver Sensores Inteligentes), tales como sensores que interactúan con la actividad cerebral, las miradas y los músculos del brazo, entre otros. Estas estas herramientas intermediarias ofrecen a quienes tengan capacidades diferentes, interactuar con los mismos recursos físicos que cualquier otro estudiante.